Era domingo por la mañana, me levante temprano y prepare a mis hijos para la salida, a las 9 en punto salíamos rumbo a Pátzcuaro, ¿la ocasión? Andrés Manuel López Obrador estaría ahí.
Siento la misma emoción que me embargaba aquella tarde cuando vino a Tacámbaro, la misma emoción al caminar codo a codo con tantos simpatizantes en aquella histórica marcha del silencio en contra de su desafuero (cuando aún era Jefe de Gobierno), esa emoción que solo un personaje tan emblemático como él inspira. Alguna vez leí que a AMLO se le ama o se le odia… ¿Acaso no el mismo John Lennon expresó que todo lo que necesitamos es amor?
Pero regresando a ese domingo, cuando llegamos a la plaza citada, no había mucha gente, pero los que estábamos no veíamos la hora de ver aparecerlo. En la tarima había dos personas presidiendo el evento cultural para amenizar, después vendrían los discursos.
Cada tanto se escuchaba la canción que identifica al Movimiento, mientras en la plaza y calles aledañas, había personas regalando el periódico de Regeneración. Mi mamá platicando con algunos simpatizantes, compartiendo ideas e información, mi esposo, con mi hijos, animado con las canciones que se estaban presentando. A mi lado estaba una pareja de esposos de la tercera edad, eran oriundos de esta zona lacustre, el señor traía un bastón y se podía percibir en él la factura de años de trabajo, se mantenía encorvado y su esposa lo ayudaba de vez en tanto, traía una manita (de esas que regalan en los mítines) y cada vez que ponían la canción de MORENA él la agitaba con tanta fuerza que se percibía la emoción en su cara, en su más pura expresión, esa que nace desde de adentro, de creer algo tan firmemente que se desborda, por supuesto que yo hacía lo mismo con mi bandera y mi globo.
Cada tanto se escuchaba la canción que identifica al Movimiento, mientras en la plaza y calles aledañas, había personas regalando el periódico de Regeneración. Mi mamá platicando con algunos simpatizantes, compartiendo ideas e información, mi esposo, con mi hijos, animado con las canciones que se estaban presentando. A mi lado estaba una pareja de esposos de la tercera edad, eran oriundos de esta zona lacustre, el señor traía un bastón y se podía percibir en él la factura de años de trabajo, se mantenía encorvado y su esposa lo ayudaba de vez en tanto, traía una manita (de esas que regalan en los mítines) y cada vez que ponían la canción de MORENA él la agitaba con tanta fuerza que se percibía la emoción en su cara, en su más pura expresión, esa que nace desde de adentro, de creer algo tan firmemente que se desborda, por supuesto que yo hacía lo mismo con mi bandera y mi globo.
Conforme se acercaba la hora, subió al estrado una persona muy cercana a Andrés Manuel, la Dra. Raquel Sosa, mujer sencilla, intelectual y de gran calidad humana, se podía ver como organizaba y dirigía todo para el arribo de AMLO, el verla a ella anuncia su pronta llegada. Entre una y otra cosa, la plaza y las calles se fueron llenando, que digo llenando, ¡Si era casi imposible caminar desahogadamente! Todo eran globos, gorras, banderas y otros de color amarillo o con el logo de MORENA, de pronto la Dra. Raquel tomó el micrófono para informar que por fin AMLO estaba con nosotros, como siempre trate de acercarme lo más que pude, quería estar cerca de él, saludarlo y, honestamente, de paso también a Silvano que venía acompañándole, me resulto imposible… todos en la valla de bienvenida querían hacer lo mismo.
Una vez arriba, comenzó el discurso, el primero fue Silvano y después el turno de Andrés Manuel, pero no es mi afán en este momento transcribir lo que dijeron, para mi es más importante reflexionar e invitarlos a eso mismo. En muchas ocasiones escucho comentarios negativos hacia AMLO, desde si es un sociópata, demente hasta un hambriento de poder, que cosas más ajenas a la realidad. Muchas de esas veces intento que reflexionen sobre esos comentarios pero termino oyendo que soy fanática, lo siento no lo soy, es solo que honestamente AMLO es uno de los políticos más congruentes que hemos tenido en nuestro país. Solo que tuve la fortuna de crecer en una comunidad donde día a día convivo con las consecuencias de este mal gobierno que hemos tenido, si la fortuna, porque gracias a eso soy capaz de emitir un juicio real, no ficticias como las televisoras, ficticio como la de aquellos candidatos que solo nos buscan en campaña, ficticio como ese que está ahora en Los Pinos.
No, AMLO es mucho más que sustantivos, es un movimiento de despertar de conciencias, un movimiento de paz, de cambio, de un verdadero cambio; detrás de él estamos todos los que no nos conformamos con simulacros, los pobres, los que deberían ser primeros como él siempre lo dijo, los jóvenes ávidos de oportunidades, los niños (como mis hijos) en los que desde ahorita debemos estar creando conciencia. Si señores, la pobreza, la extrema, la que marca nuestro país, la que vemos día a día. No es posible que nos mantengamos cerrados a esto, no es posible olvidar los 70 años de mal gobierno y los 11 años de simulacro, no es posible que nuestro egoísmo nos lleve a no importarnos, porque fue precisamente esta pobreza, carencia de oportunidades, lo que nos tiene ahora sumidos en la inseguridad, y ahí sí que todos estamos expuestos.
Para mí, y para muchísimos más, su Proyecto de Nación es el más completo que se ha presentado, si no es que el único, el que no piensa en seguir empoderando a las ligas mayores sino el que se hace en base a las necesidades de las minorías. No es un proyecto de venganzas contra el rico, como él mismo lo dijo días atrás, es un proyecto de trabajo unidos, porque solo el pueblo organizado logra cambios verdaderos, y como todo cambio, esté empieza en nosotros primero.
Para eso es esta reflexión, para razonar el voto, muchos dicen que no votan por el partido, sino por la persona, pero votar por la persona es poder ver más allá, reflexionar que es lo que ofrece, no que imagen crearon alrededor de él (como sucedió en el 2000 con el botudo aquél), reflexionar su actuar, lo que está detrás de él, el proyecto que tiene, no se puede crear de la nada sin objetivos claros, y la verdad, no se puede querer gobernar un municipio, estado o país siendo egoístas, pensando en lo que voy a conseguir y no en lo que puedo hacer cuando esté allá; de la misma manera no se puede apoyar una campaña y emitir un voto pensando en lo que voy a obtener, el puesto que me van a dar o los beneficios hacia mi persona, ¡NO! Se debe hacer pensando en aquellos a los que van a poder ayudar, a los que realmente lo necesitan, a los que no tienen o han tenido la misma igualdad de oportunidades, porque este país se dice ser de estados que están unidos, y solo así unidos, es como se logran los cambios. Dejando de ser egoístas y pensando en el bienestar del próximo tanto como lo pensamos para el nuestro. Nuestro país necesita héroes, verdaderos como los de hace 100 y 200 años, yo ya elegí al mío, yo ya me anote a la causa, ¿Y TÚ?...