“EL BIEN ES UNA CUESTIÓN DE AMOR Y DE
RESPETO A LO QUE ES BUENO PARA TODOS”[1]
Disfrutando de los últimos
días del mes de Febrero, como en el artículo pasado, el mes más amoroso del
año, encuentro conveniente abordar el tema de la república amorosa, la muy
criticada república amorosa que difunde AMLO, claro, criticada por muchos pero
miles más creemos en ello. Como ya lo han de ir suponiendo quien me ha dedicado
minutos de su apreciable tiempo al leerme, simpatizo con este movimiento, un
movimiento lleno de esperanza, de anhelos, de honestidad y de amor, ese
sentimiento tan degradado en los últimos tiempos. La república amorosa es una
república sin influencias ni privilegios al margen de la ley, sin empresarios
que hacen política bajo la mesa ni políticos que se vuelven empresarios a los
seis meses de estar en el cargo (¿En dónde hemos visto esto?), es un Estado que
educa antes que reprimir, que cura antes que encarcelar, que supera los rezagos
sociales en vez de enviar al Ejército a combatir sus consecuencias, es un
Estado que no lanza a las calles a sus ancianos y sus niños ni expulsa al
extranjero a sus campesinos y a sus trabajadores, es un espacio libre de
poderes fácticos, de mafias incrustadas en las oficinas públicas, es una
sociedad que protege a sus integrantes más débiles; que garantiza salarios
remunerados a los trabajadores y precios justos a los productores del campo,
una república amorosa en la realización del Nuevo Proyecto Alternativo de Nación.[2]
“Vamos todos juntos, sin
odios, ni rencores, a construir una República amorosa, con dimensión
social y con grandeza espiritual” ha
expresado AMLO, pero desafortunadamente aún existen muchos que emiten un juicio
basado en la desinformación y la ya muy conocida guerra sucia de los medios, un
ejemplo claro son las redes sociales, las que nos permiten mantener contacto con
personas de las cuales no estamos cerca, para vaciar ideas o pensamientos, pero
también nos hace susceptibles a comentarios negativos, ¡miren que lo he vivido
en carne propia!, la libre expresión es uno de los valores más preciosos que
tenemos, pero ¿qué pasa cuando no estamos de acuerdo con lo que escriben los
demás? Ahí es donde entra el respeto, valor no practicado por muchos, y es que
mi estimado lector, solo basta escribir algo referente a política y los comentarios
se disparan, algunos en forma de apoyo y
otros todo lo contrario, personas que denostan lo ahí escrito, en la mayoría de
los casos con referencias sin sustento o solo para generar polémica y enojo,
también en muchas de las ocasiones lo hacen con groserías (por que entre más
grosero mejor el comentario, sin importar que deje en evidencia la falta de educación formativa
de quien lo escribe) y hablo de comentarios de índole política referentes a
cualquier partido o personaje, y claro hablar o escribir sobre AMLO no podría
ser la excepción. He leído comentarios sobre su persona que van desde ser un
fascista, enemigo de los empresarios, hambriento de poder y un sinfín de
etcéteras. Y los he escuchado desde hace ya mucho tiempo, porque los personajes
macabros de nuestro país veían que AMLO se venía perfilando como una opción
fuera de lo que ellos tramaban y desde entonces manejaron los medios a su
alcance para detenerlo, primero con el desafuero y posteriormente con el fraude
electoral, por ejemplo, cuando estaba en la universidad, cursando el último año
de mi carrera tuve una maestra muy buena en su área pero en la ocasión en que
se abordó el tema del desafuero de Andrés Manuel, respaldó este hecho
completamente pues consideraba que un personaje tan populista como él lejos de
hacerle un bien al DF lo tenía en retroceso, y miren que yo desde entonces era
un tanto apelativa, ¡ya se imaginaran mi postura!. Ahora que he tenido oportunidad
de contactarla por medio del Facebook, me llevé la grata sorpresa al descubrir
que no solo cambió su parecer sino que invita a que conozcan su proyecto, los
avances que se han tenido en el DF sobre todo en cuestión de derechos humanos
(léase en cuanto a los derechos de los homosexuales), así que no me quedo más
que darle un “Me gusta” muy sincero.
Sobre los que lo ven como un
fascista y hambriento de poder, honestamente la mayoría de ellos pertenecen a
la derecha (o peor, a la ultraderecha) a esa fracción que no puso ni un pero
cuando la lideresa Elba Esther sometió a su gremio a respaldar la candidatura
de FECAL, y más aún a hacerlo llegar a Los Pinos realizando acuerdos por
“debajito” de la mesa, esa fracción política que vio con muy buenos ojos los
acuerdos en materia de educación que hizo Elba Esther con la entonces secretaria
de educación pública, la ahora candidata Josefina Vázquez, tales como la ACE
(Alianza por la Calidad Educativa), que quién tenga interés en informarse en
qué consiste, se darán cuenta que le da en la torre a la educación y nos darían
la razón a los maestros democráticos en derogarla por completo, los cuales por
supuesto no le daríamos el voto a tal personaje ¿o sí? Y a mí la verdad la que
me suena y se parece más a esos adjetivos que le cuelgan a AMLO, es
precisamente Gordillo, pues desde que Salinas la puso al frente del SNTE no se
ha salido, ella misma se ha nombrado secretaria vitalicia del sindicato, ha
hecho alianzas con cuantos se dejen (excepto, obvio Andrés Manuel) en su afán
de mantener el poder y el manejo de recursos excesivos a los que tiene completo
acceso sin darle cuentas a nadie y que al igual que Peña Nieto ha hecho alarde
de su completa falta de cultura, ¿cómo olvidar su “influencia” a h l n l”?,
ella sí que entra en todos estos calificativos.
Por eso yo invito a quien
denigra este movimiento, esta república amorosa a que demos una oportunidad al
verdadero cambio, dejar de ser egoístas y pensar que el bien colectivo siempre
traerá un bien personal, transmitir amor a los demás, incluidos aquellos a los
que no les simpaticemos, aunque nos cueste un poquito de trabajo, también a
aquellos que incluso tienen una concepción política diferente, así pues esta
vez va mi más sincero saludo lleno de afecto a todos mis amig@s, pero más a
aquellos que no son de izquierda, sobre todo a una priista a la que quiero
mucho, sé que algún día encontraremos el equilibrio por el bien de nuestro
país.
Para finalizar y no robar
tanto espacio a mis compañeros, quiero compartirles este pensamiento que tuve
la oportunidad de leer en Turicato, más concretamente en la Dirección de
Desarrollo Social, un fraternal saludo a quienes trabajan en el Ayuntamiento,
de lo más amables conmigo y mi compañera el día que les visitamos.
“Déjeme
decirle, aún a costa de parecer ridículo, que el verdadero revolucionario está
guiado por sentimientos de amor. Es imposible pensar en un auténtico
revolucionario sin esta cualidad” Ernesto “Ché” Guevara