viernes, 28 de septiembre de 2012

¿LA LIBERTAD DE ELEGIR?




La máxima victoria es la que
se gana sobre uno mismo

Leer es uno de los grandes placeres del ser humano, nos permite adentrarnos en un mundo maravilloso donde nuestra imaginación vuela y nos deleitamos recreando lo que nuestros ojos van leyendo, adquirirlo es un hábito que se puede hacer desde bebés, cuando nuestros padres nos leen un cuento, y lo vamos reforzando conforme nos van motivando a hacerlo hasta llegar a ser autodidactas. En lo personal agradezco infinitamente a mi mamá quien desde pequeños nos inculco el amor a la lectura, que en cada libro que compra le escribe “Biblioteca familiar” como muestra de la herencia literaria que desea tengamos, misma que se ha convertido en uno de mis pasatiempos favoritos pero también debo admitir que ha sido gracias a la suerte de tener por profesores a dos grandes maestros, el primero en la secundaria, quienes estudiaron en el Colegio Morelos y son mis contemporáneos se acordaran de los viernes de lectura que impulsaba el Prof. Alfonso Vargas, ese día teníamos que llevar un libro para dedicarle su hora de clase a leerlo, quien no llevara se quedaba fuera, había quien llevaba cualquiera solo por cumplir el requisito y otros que se notaban disfrutaban esa hora de lectura silenciosa. Fue ahí donde comencé con grandes libros como el primer tomo de Caballo de Troya (que ya va en su novena entrega) y el cual trataba de discutir con el profe con mi humilde ingenuidad de adolescente y limitante de conocimientos. Gracias profesor por ser parte promotora de este deleite en que se ha convertido la lectura. El segundo, pero no menos importante, mi querido Prof. Vicente Gil,  quien me enseño lógica (en lo cual sinceramente no era muy buena) y filosofía en la preparatoria, en ésta última me fue de maravilla pues disfrutaba leer y discutir en clase los ensayos que nos dejaba, incluido uno de su propia autoría y el cual fue parte de mi bibliografía de tesis universitaria, gran personaje a quien se le honró merecidamente en días pasados, así pues venga una gran felicitación para él no sin antes expresarle mi profunda admiración, respeto y agradecimiento.

En su clase de filosofía tuvimos la fortuna de discutir el libro “El miedo a la libertad” de Erich Fromm[1], el cual a grosso modo tratare de abordar, recordándoles que ya hace unos ayeres que lo leí, así que disculpen si lo contextualizo de manera que el lector no considere adecuada a su perspectiva.

Pues bien, en dicho ensayo, Erich Fromm realiza un análisis de la situación del hombre en la moderna sociedad industrial y lo paradójico que puede ser la libertad versus esclavitud que se produce al liberarse de la sociedad tradicional y terminar cayendo en las nuevas trampas del consumismo y la estandarización cultural dígase globalización. Muestra al individualismo como un proceso que se ha ido creando a lo largo de la historia del hombre, lo que él expone sobre la limitación de la verdad y del individualismo por la sociedad lo podríamos aplicar fácilmente en nuestra sociedad actual ya que lo sustenta como un conformismo que concuerda con nuestro perfil psicosocial, la mayor prueba de ello es la democracia en la que se supone vivimos. Los individuos solemos aceptar la opinión general para no sentirnos desplazados y solos, uno de los mayores temores de la humanidad. De la misma manera, nuestra sociedad se sustenta en lo que requiere de nosotros: que seamos productivos, consumidores, etc., para cumplir de manera cabal y funcional dentro de ella, difícilmente podríamos llegar a la libertad ya que solo lo seríamos si nos ocupásemos de nuestros propios intereses y no de lo que la sociedad espera de nosotros.

Complicada situación la nuestra, pues dicha descripción no hace sino más que encajar en la situación de nuestro país y la idiosincrasia de nuestro pueblo. Y es que yo no dejo de preguntarme: ¿Realmente hemos sido libres al elegir a nuestros representantes? ¿De verdad no somos consumidores y conformistas de lo que la teleidiotiza nos muestra? ¿Acaso será verdad que es el poder concentrado en unos pocos que solo nos muestran lo que queremos oír para evitarnos responsabilidad en el daño a los más necesitados de nuestro país? Y no encuentro respuestas conciliatorias o verdaderas, es más, creo que cada día me convenzo más sobre las teorías conspiratorias y creer que solo somos títeres de un hambre de poder más allá de nuestro conocimiento…

Pero esa es mi baraúnda de ideas, continuemos con lo que nos dice Fromm sobre la libertad. Realiza un repaso histórico por las formas de vida que ha ido atravesando la humanidad pero haciendo hincapié en el aspecto psicológico, Fromm realiza un análisis de los factores que según él llevan al hombre a la irracionalidad a ser sujetos que están al mando de dictadores. En el primer capítulo que se titula “La libertad como problema psicológico” aborda el tema del poder para solo unos cuantos y de la lucha por llegar a un estado de libertad, como el deseo de conseguir la libertad supone esa paradoja y encuentra el antagónico en el poder. Otro de los capítulos que llama más la atención es el titulado “La psicología del Nazismo”, en el cual aborda el régimen Nazi en donde describe a Hitler como una persona con tendencias masoquistas y sádicas que fueron las causantes de su ansia de poder. Supone que su personalidad sádica fluía como admiración al fuerte y el desprecio hacia los débiles, también en su deseo de poder sobre los demás. Por otro lado sus tendencias masoquistas se basaban en su deseo de sumisión a una fuerza superior. Para conseguir el poder que tanto anhelaba primero tenía que conquistar las masas, por lo cual Hitler les hacía creer que él era superior a ellas, mostrándose como tal y diciéndoles lo que quería oír, que ellos eran superiores al resto de la humanidad. No le resulto nada complicado conseguir el apoyo dado la ansía de poder de la naturaleza humana, también les dio seguridad a la población alemana aseverando que todos los que fueran de la raza perfecta, dígase aria, tendrían un lugar prominente en la sociedad perfecta. Por otro lado, Hitler se encamino en el poder en el momento idóneo donde diversos factores convergieron como la derrota que Alemania había tenido en la Primera Guerra Mundial, la caída de la bolsa de 1929, el deseo colectivo de reivindicación disfrazada de ansia de poder de la población en general, entre otros. En sí, la lucha de Hitler siempre fue contra los débiles a los que despreciaba, como claro ejemplo esta su obra “Mein Kampf”, pero al mismo tiempo se auto engañaba venciendo a países débiles y sintiendo una silenciosa admiración por países con los que no se enfrentaba por considerarlos fuertes. Por lo tanto él mismo se sometía a una fuerza superior como la naturaleza, de la cual pensaba debía seguir siendo pura para mantener el engrandecimiento de la nación. Y bueno… todos sabemos cómo acabo esta situación.

Sin embargo el que me genera más análisis es el capítulo “Libertad y democracia”, en el expone algo a lo que llama un “mecanismo de evasión” característico de la sociedad capitalista, el conformismo generado por la democracia. Esto quiere decir que el individuo se cree libre por liberarse de ataduras externas y de esta manera poder expresar lo que él cree que son sus verdaderas opiniones pero que no es más que una síntesis de lo que opinan los demás. La población al someterse a algo que considera superior delimita su libertad pero los hace felices ya que son libres de responsabilidad por lo que el que se elige haga por ellos. Pero cuando el hombre dice lo que realmente quiere y no se refugia en lo que opina y dice la mayoría, ese hombre aún conserva su capacidad crítica. Es un hombre que no teme a la libertad, es así que a lo largo de la historia y en diversa épocas y naciones el hombre en sociedad ha sido capaz de tomar la decisión real de ser libre pero ha tenido miedo, los alemanes llegaron al punto máximo de sentirse libres y ¿qué paso?, les dio miedo, por lo cual prefirieron sujetarse al mando de un dictador como Hitler, cuando el hombre está a punto de lograrlo en alguna nación la psique colectiva se paraliza ante el miedo y retrocede para volver a caer en una búsqueda continua de la libertad. ¿Dónde he visto eso? ¡Ah sí! ¡En México el pasado 1 de Julio!

Así que para finalizar solo puedo agregar la gran significación que tuvo este libro en el momento en que lo leí así como la relevancia que toma ahora que lo ubico tan actual en los momentos críticos que pasa nuestro país. Haciendo alusión al movimiento de la redes a las calles, les dejó esta que me encanta y es tan ad hoc a mi ideología:

¿NO TE GUSTA QUE HABLEMOS DE POLÍTICA? PUES BIEN, REFUGIATE EN LAS TELENOVELAS Y RUEGA PORQUE LA REALIDAD NO TE ALCANCE… 

¡Touché! ¡Excelente quincena para todos!
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[1] Erich Fromm fue un importante psicólogo social, psicoanalista, filósofo y humanista inglés. Nació el 23 de marzo de 1900 en Francfort, Alemania, murió el 18 de marzo de 1980 en Muralto, Suiza. Era descendiente de una familia de judíos que tuvo que emigrar a Estados Unidos tras el ascenso de Hitler al poder.

martes, 11 de septiembre de 2012

EL DESTINO DE MEXICO NO TIENE PRECIO


Existen ocasiones en que no es necesario decir tantas palabras para generar una verdadera y profunda reflexión, hoy es una de esas ocasiones, un tanto por impedimento físico y otro tanto por querer mostrar de diferente manera lo que le está sucediendo a nuestro país. Les dejo esta reflexión:
En 1816 una fragata francesa  encalló cerca de Marruecos.  No habían suficientes botes salvavidas. Los restos del navío formaron la única balsa que mantuvo a 149 personas. La tempestad los arrastró al mar abierto por más  de 27 días sin rumbo.

La dramática experiencia de los sobrevivientes impresionó a un artista. Gericault que hizo un estudio sustancial de los detalles para esta pintura. Él entrevistó a los sobrevivientes, a los enfermos e incluso vio a los muertos. Horrorizado reprodujo  la íntima realidad humana en esa situación.

“La Balsa de la Medusa” de Theodore Gericault. Es una  figuración de un acontecimiento que conmovió a Francia, el naufragio de la nave La Medusa (el 2 de julio de 1816), con repercusiones que tocaron lo más profundo del alma humana.
En ella vemos las diferentes actitudes humanas que se manifiestan en los momentos límites de la vida. Nos queda pensar en qué lugar estaríamos nosotros. ¿Cuántas veces atravesamos situaciones difíciles y de qué forma las enfrentamos? ¿Nos dejamos derrotar y tiramos a la deriva todas nuestras fuerzas? (obsérvese parte inferior de la pintura) ¿No creemos que tenga solución? (obsérvese hombre pensativo en la balsa) ¿Dudamos de todo y de todos? (obsérvese parte media de la balsa) ¿Somos los que mantenemos la esperanza por encima de todo? (obsérvese hombres señalando al lado del mástil) ¿No dejamos de esforzarnos para llegar al triunfo? (obsérvese los hombres viendo al horizonte). Si ustedes observan detenidamente puede decirse que no se ve ningún navío que viene a rescatarlos,  sin embargo hay un grupo decididamente a luchar hasta sus últimas fuerzas para salvar a toda la tripulación. La Balsa es el Planeta, los tripulantes forman la Humanidad y las actitudes con que cada uno adopta ante la vida. “Esperanza es decidir triunfar en cada Circunstancia que nos toca Vivir”

Mi esperanza está puesta desde hace mucho tiempo en una persona que sin sentirse un mesías, está DECIDIDAMENTE a luchar hasta sus últimas fuerzas por tener un país mejor y yo como muchos más estamos arriba de esta balsa, dejaremos de luchar hasta que el poder deje de concentrarse en unas solas manos, ¡El destino de mi país, de mis hijos, de mi familia  ni el mío tiene precio!

Y como siempre, para finalizar esta quincena, quiero felicitar a dos personitas muy especiales, para Arturo al cual amo y agradezco a Dios tenerlo como hermano y compartir tantas alegrías con él, y a mi chaparrito Armando, quien cumple dos añitos de estar en nuestras vidas y el cual trajo más luz y amor a nuestra familia. ¡Excelente  quincena para todos!

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