Carolina Alvarez Elizarraras
Nunca deben morir los grandes ideales en una patria,
los grandes soñadores son combustibles
de una nación y de un proyecto de vida
“El hijo adolescente con todos los cambios que conlleva su edad comienza a darle problemas a los papás, el papá de un carácter muy rígido, tradicionalista y en ocasiones represivo pocas veces se presta a dialogar con el hijo, la madre aunque estricta en la formación del hijo cree que es posible evitar luchas constantes y busca opciones para dialogar con el hijo, claro está sin justificar las actuaciones mal encaminadas del mismo, pero al mismo tiempo no se atrévete a enfrentar a su esposo. Un día el hijo se mete en un grave problema, no solo está inmiscuido él, también lo están otros compañeros y al parecer han atentado contra otras personas. Al llegar a casa, el padre simplemente lo golpea, el hijo pide dialogar, la madre dolida ante la situación le pide al padre escuche a su hijo, que le dé oportunidad de decir y manifestar lo que está sucediendo, el papá no oye, se cierra a su argumento de figura de poder y jefe de familia, lo golpea ante la pasividad de la madre, al día siguiente el hijo…ha huido de casa, jamás volvieron a saber de él”
Esta historia es tan recurrente con uno u otro matiz según el contexto en el que se desenvuelve pero en esencia lo mismo. Padre con una personalidad rígida, represivo y ente de poder sobre la familia, madre con personalidad pasiva que aunque no vea justicia en lo que el padre hace y levante de cuando en cuando la voz para protestar se detiene ante la misma autoridad que le proporciona al padre, el hijo que por circunstancias que fueren se mete en problemas ya sea como incitador de los mismos o solo participante, probablemente lo único que necesite es que sea escuchado.
A estas alturas de la lectura quizás esté usted analizando lo que en estas líneas estoy transmitiendo, preguntándose qué pasaría si el papá se detuviera un momento y escuchara a su hijo, el curso de la historia cambiaria ¿no? Bueno pues bien, le pido estimado lector lo contextualice con los hechos ocurridos esta semana en nuestro estado, jóvenes estudiantes protestando por algo que para ellos es importante, figura de autoridad represiva y cerrada al dialogo, sociedad dividida que por un lado no justifica a ninguna de las dos partes pero que tampoco es promotora de un cambio. Ahí está, las tres figuras arriba mencionadas contextualizadas en este presente de conflictos sociopolíticos.
Por un lado los jóvenes que toman acciones en algunos momentos radicales, por otro lado un gobierno que se niega a dialogar y usa la fuerza policial para reprimir generando un conflicto aún mayor, pero por el otro, la sociedad, esa sociedad tan bipolar como cualquier trastorno, esa sociedad que enjuicia y señala como delincuentes a los jóvenes aplaudiendo las acciones del gobierno estatal, que celebra el detener estos “atropellos” a sus garantías individuales, esa sociedad desmemoriada, porque hace menos de tres meses otros no tan jóvenes incendiaron y derrumbaron escuelas en nuestro mismo estado y el gobierno siempre procuro el dialogo con ellos aún a costa de ser foco de sátiras internacionales por permitir fanatismos religiosos a estas alturas del siglo XXI, esa sociedad tan pasiva que prefiere criticar antes que ser parte de la resolución del problema. Esa sociedad en la que las grandes esferas políticas quieren que nos convirtamos, una sociedad polarizada por sus propios conflictos para que no preste su atención a lo que los poderes facticos no quiere sea conocido.
Y es que si hay algo muy cierto en lo que está aconteciendo, el que no se informa de manera adecuada (y olvídese por favor de Televisa, Azteca o Milenio) no sabe lo que hay detrás del conflicto, pongámoslo de esta manera: dos materias nuevas en la curricula escolar que están diseñadas para mejorar el nivel académico de las normales, hasta aquí todo bien, lo que no mencionan es el por qué de la inclusión de estas nuevas materias, no mencionan que estos tratados se vienen realizando desde hace mucho tiempo y que es la OCDE quien dicta como deben ser los planes y programas en los niveles básicos esto con el único fin de convertir a los alumnos egresados en planta trabajadora (que ahora gracias a la reforma laboral cobrara por hora, de nuevo “gracias” prianistas) que se desempeñara bajo competencias para impulsar a desarrollar sus habilidades, sin que sean capaces de obtener un grado de análisis más allá de lo que no les conviene a los verdaderos poderes que rigen el orden mundial, así de grande es lo que está detrás de esta adhesión de dos nuevas materias al programa de las escuelas normales. Y ni hablar de los niveles básicos, porque en muchísimos estados si se llevan a cabo los cambios hechos a los planes bajo la dirección de la ACE, mi muy estimado lector como le decía anteriormente para poder emitir un razonamiento más objetivo hay que informarse, en enero de este año asistí a un curso de tres días en donde se llevaría a cabo la segunda parte de lo que conocemos como Curso Básico, por invitación de mis superiores pero también con el afán de conocer a los que ahí se reunirían para capacitar a todos los maestros de Educ. Esp. en el estado, tres días de discusión, análisis y planeación para terminar en un acuerdo, los planes y programas ni siquiera vienen adaptados a nuestro nivel, tenemos que hacer muchísimas adecuaciones curriculares en nuestras escuelas, pero más aún, están descontextualizados de una realidad en México, sí como lo lee, no concuerdan los resultados que se esperan con el contexto a nivel nacional. Entonces pregunto: ¿Dónde está el error y obstinación en que dichos planes y programas de los niveles básicos tienen que estar adecuados a lo que dicta la OCDE?
¿Pero saben una cosa?, sí, yo también culpo a los maestros, como una vez escribió mi hermano Arturo, ¡los maestros!, esos que andan de revoltosos, esos que me enseñaron a leer y a escribir, esos que me impulsaron a ser un ente pensante y analítico, esos que sembraron en mi la semilla del conocimiento, esos que me impulsaron a buscar siempre más respuestas, que me motivaron a no quedarme de brazos cruzados, esos maestros que nunca fueron pasivos en mi educación, esos que siempre van por delante en las luchas y que me impulsaron a sumarme a causas que parecieran idealistas. Esos maestros tan señalados en la actualidad y que lo único que hicieron fue compartir su sabiduría conmigo. ¡Si, ellos tienen la culpa! Por eso: ¡¿Por qué me enseñaron maestr@s?! ¡¿Por qué tenían que sacarme de mi ignorancia?!
¿Pero saben una cosa?, sí, yo también culpo a los maestros, como una vez escribió mi
Ya para finalizar, porque siempre ando robándole mucho espacio a mis compañeros del periódico, les mando un gran abrazo y felicitación por su cumpleaños a: mi padrino Esteban Ruiz.Esparza a quien quiero y estimo mucho, a mi amiga y compañera de trabajo Cori con quien comparto una muy bonita amistad, pero sobre todo a mi marido José Flavio con quien he construido una muy bonita familia, ¡te amo!. A todos ellos ¡Feliz cumpleaños! Y a todos que tengan muy bonita quincena.
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