Carolina
Alvarez Elizarraras
Un paseo por el
presente, para poder
ver el futuro que no
se ve
desde el pasado en
que se vive…
Juan Miguel
Zunzunegui
Continuando
con la grata tarea de escribir cada quincena, al momento de estar sentada
frente a la computadora la algarabía de ideas da comienzo, al terminarlo, no sé
si les suceda lo mismo a mis compañeros del periódico, se queda esa
satisfacción de haber plasmado lo pensado y sentido, sin embargo cuando lo leo
impreso en la edición quincenal siempre pienso: “debí haber hablado de esto o
aquello...” Así me sucede hoy, percibo que hay tanto sobre que escribir y sin
embargo una sola idea me hace ruido en la mente, quizás el sábado cuando salga
el periódico a la venta vendrá de nuevo a mi ese pensamiento, llegado el
momento veremos qué hacer con él.
Por
hoy vuelvo a la carga con esa parte tan presente en mí, la ideología de
izquierda intrínseca desde lo más profundo. Lo admito, esta vez viene con un
matiz pro objetivo, marcado por el libro que en estos días me acompaña en el
maravilloso viaje de la lectura, una crítica bastante confrontante a la
izquierda en nuestro país, alejada de las concepciones ideológicas que la han
marcado, el libro se dedica más a enarbolar la historia que ésta ha tenido en
México, comenzando por las elecciones del 88.
Sigo
avanzando en la lectura, como era de esperarse es un libro que me esta costando
trabajo, inevitablemente cada página leída me lleva a elaborar un soliloquio en
forma de réplica, pero al final es como una terapia, si no confronta no
funciona.
Pero
he aquí que esta Izquierda contemporánea está tan llena de expresiones y líneas
que ya desde hace tiempo se venían fraguando, es más, muy probablemente siempre
han estado presentes pero nunca habían sido tan observadas y menos habían
tenido el alcance mediático del que hoy se puede presenciar. Actualmente quienes ostentaban el liderazgo
izquierdista en nuestro país, en la bandera de un partido, parecieran ser superados
por la fuerza de la población que día a día está más despierta. Digo,
evidentemente son muchos los que aún denostan a quienes se atreven a ir en
contra del sistema, sin embargo habría que echar un ojo a la variedad de
personas que sin premeditación se han enlistado en esta ideología. La izquierda
en México está estigmatizada por el comunismo, el marxismo, el socialismo y
otros tantos motes que le puedan adjudicar, muy en lo personal mi concepción es
que se es de izquierda porque se piensa, se actúa y se habla con el corazón por
un lado y la justicia congruente por el otro. Por más vueltas que le doy, no lo
veo de otra manera, la derecha es tan elitista en sus cimientos y tan moralista
hipócritamente en su práctica que no hay manera de convencimiento, al menos no
para mí. Ir con el centro, neoliberalismo, que de nuevo no tiene nada y de
liberal menos pues solo son las mismas prácticas tan incompetentes y pedestres
de antaño.
Sin
embargo casarse con la idea de estar en el camino ideológico adecuado es una
utopía, no hay razón y verdad absoluta, la realidad nos supera, los paradigmas
en todas las corrientes filosóficas están marcados por desencantos en voz de
sus participantes. En la política es el pan de cada día, muchos personajes
vinculados a partidos políticos de uno u otro lado son la mejor muestra de
ello, todos tienen ese lado gris en su trayectoria, por decisiones mal tomadas,
por sucumbir a las mieles del poder o bien por perderse en el camino y olvidar
esos ideales que en un principio les motivaban. Como en todo no se puede generalizar,
a nivel municipal, estatal y nacional existen personas que logran cruzar ese
pantano sin mancharse, pocas, sí muy probablemente pero las hay. Mencionar
nombres es meterse en situaciones de susceptibilidad y como decía al principio,
esta vez estoy tratando de ser un tanto objetiva. Por tal motivo, busque una
opinión neutral sobre este tema, Juan Miguel Zunzunegui[1],
en varias ocasiones hemos compartido percepciones sobre la sociedad en general,
por supuesto en base a la lectura que he hecho de sus libros (por cierto muy
recomendables). Esta ocasión le pedí me apoyase contestando la pregunta, ¿Qué
significa la ideología de izquierda para ti?, he aquí su respuesta: “Un estado,
país, gobierno, sociedad o como sea, que tenga como prioridad el bienestar de
todos y no de unos cuantos., así debería ser, sin embargo, para mí significa un
discurso usado para mover masas…como todas las ideologías” ¿Qué opinas de la
izquierda en México?: “Que se quedó estancada en el siglo XIX y la década de
los sesentas que promueve discursos de odio, que se basa en el rencor social,
que los políticos de la izquierda ven a las masas como botín político y que
tienen la estúpida idea de relacionar la izquierda con jodidez… es decir
igualarnos a todos abajo, qué están prisioneros en discursos ideológicos que
nada tienen que ver con la realidad y que no entienden que la economía es antes
que la política, que no aceptan que el mundo cambia y cambió. ¿Ves un ápice de
esperanza para la izquierda en México?: “No, porque sigue en manos de los
mismos dinosaurios rencorosos de hace 40 años y porque se dedican a transmitir
ese rencor, porque no salen del discurso de conquista y de la idea de que somos
pobre porque otros son ricos, a la izquierda le urge una revolución de ideas,
pero para eso necesitan algo que no tienen ahora, autocritica, aceptar que las
actuales ideas no funcionan”. ¿La respuesta a tu consideración, no está en la
izquierda radical?: “Ningún radicalismo funciona, los radicalismos han generado
muertos por decenas de millones… es muy cuestionable un ideal que requiere de
tanto muerto, ahora bien, a los políticos no les interesa la justicia, viven de
la división y del conflicto, si hubiera justicia se quedarían sin chamba, un
sistema político funcionable pudiera ser la socialdemocracia europea pero no
tenemos la ilustración necesaria para ese nivel de libertad, no hemos salido de
la edad media, ni saldremos, eso nos pasa por ser un país que vive de los
refritos de las ideas del pasado”
Obviamente
hablamos de MORENA, diferimos en ésta concepción, él con sus argumentos, yo con
los míos, pero me confeso que hasta ahora ha sido con la única MORENA con la que ha podido abordar el tema
objetivamente, al final de la conversación le expresé: “Creo que debo aprender
a ser menos idealista, no cabe duda…” su respuesta: “Al contrario, aprender a
que nadie te lo quite”
Y
así este ejercicio de introspección para realizar el artículo de esta quincena,
se convirtió en una conjunción de ideas realistas, mi conclusión sigue siendo
la misma, la respuesta a nuestros conflictos sociales no se encontrará en una
ideología especifica mientras éstas no estén acompañadas de una sociedad
preparada para moverse y salir del estado de ensoñación en el que estamos desde
hace siglos.
Y
con todo el idealismo posible seguimos en el camino de este lado, con el
corazón en la izquierda, pero en esa izquierda tan propia, tan inusual y tan
singular como la personalidad de cada uno de nosotros.
[1] Escritor Mexicano,
autor de diversos libros como “Los mitos que nos dieron patria”, la trilogía de
“El misterio del águila” y su más reciente obra “Los cimientos del cielo”
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