viernes, 11 de julio de 2014

PROMOTORES DE CAMBIO

“Pertenezco a una generación que quiso
cambiar al mundo, fui aplastado, derrotado,
pulverizado, peros sigo soñando que vale la pena
luchar para que la gente pueda vivir un poco mejor
y con un mayor sentido  de igualdad”
José Mújica


Esta labor un tanto utópica de querer cambiar el entorno con una plática, con un deseo infinito de generar un eco a mi alrededor, recorriendo cada tramo con la idea de ser entes promotores de cambio. En esta ocasión, la labor estuvo enmarcada en una actividad de protesta sindical de colegas docentes y pertenecientes a la CNTE, aprovechando el momento, nos dedicamos con algunos compañeros de MORENA Tacámbaro a recopilar firmas para la consulta energética que está promoviendo nuestro movimiento así también para invitarles a conocer e informarse sobre el mismo.

No había pasado mucho tiempo cuando llegue con algunos docentes y ante la petición de firma comenzó la polémica. Un profesor en particular cuestiono duramente la actitud y postura de AMLO, bajo el argumento (que tantas veces he oído) de que su salida del PRD solo propicio un quebranto al interior de la izquierda, aunado a esto, siguió con el famoso y desgastante discurso de que todos los partidos son iguales, incluido MORENA, que lo único que hacen es buscar votos y una vez estando en el poder se olvidan de sus gobernados. Evidentemente refute algunos de sus argumentos, los cuales no necesariamente tengo que repetir puesto que he tenido la ocasión de plasmarlos en otras ediciones; bajo los propios como la necesidad de convertirnos en promotores de cambio y no simples observadores pasivos. El siguió la misma línea, criticando una y otra vez, al final de la charla, y no sé si con un afán condescendiente, por lo menos me firmo mi hoja y me dijo que analizaría más a fondo su creencia.

Al llegar a casa y revisar la recopilación de firmas me di cuenta que en realidad sigue habiendo apatía de este sector, y como buena psicóloga (al menos de la línea de pensamiento y sin afán presuncioso) me genero un ruido tremendo descifrar el porqué de tal contexto. De repente se me hace tan incongruente salir a manifestarnos cuando abiertamente se milita en un partido pro reformista de aquello sobre lo que rechazamos.  Paralelamente danzamos entre dos líneas, la de ir con la bandera de ser un movimiento que busca y ve la educación como una herramienta útil  al pueblo y ser un ente al servicio del mismo, pero por el otro lado la misma coordinadora carga con grandes estigmas generados a partir de lo poco ético en la conducta de algunos de sus militantes. Se supondría que como profesores nuestra actuación debería ser un parteaguas en la sociedad, sin embargo, es tan triste ver que muchos de nosotros propiciamos elementos que permiten a la sociedad en general denostar tan loable labor. Es cierto, no por ser docente se tiene que ser de izquierda, sin embargo es completamente grotesco pertenecer a una estructura de lucha sindical como la de la CNTE con el único objetivo de mejora personal. Nuestro escalafón es tan firme y a la vez tan abierto que permite la calificación comprobando únicamente la participación en actividades sin el contexto referente. Por lo tanto, no importa si en las urnas votas por el PRIAN, PANAL o el PRD, mientras demuestres tu gran entrega al movimiento, pues no pasa nada.

Aunado a esto, percibo la decepción y frustración de ver al partido de oposición con mayor trayectoria en la historia del país metido en un enrollo como el del Pacto por México bajo pretexto de mostrar caballerosidad política en pro del país, ¡qué poca memoria histórica! ¡qué sistema tan contaminado!, tenía que ser, año con año reciclando estrategias como la de dar placebos o dádivas a los votantes, enseñando y reforzando las conductas sociales  de pensar que es obligación de los partidos proveerles y caer en el clásico cliché de recibir y después quejarse por las decisiones mal tomadas.

Como medio de catarsis les comparto, en las últimas elecciones yo vote por el que en aquel entonces consideraba mi partido, al que le dedique no solo tiempo sino también mucho cariño, sí, el PRD el que aprobó vía sus representantes la Reforma Educativa, ese último golpe fue fulminante. Decepcionante por decir poco, aunque nada sorprendente en realidad, en el PRD como sistema convergieron diversos hechos desde años atrás que terminaron por contaminarlo desde su medula ósea. En lo personal, cada vez me costaba más trabajo entender posicionamientos de nuestros líderes, cada día me faltaban argumentos concisos y motivación, creo que muchos de nosotros preferimos seguir un proyecto y un ideal, y es de esta situación de donde se suscitan diversos escenarios, muchos no entienden nuestro posicionamiento y prefieren denigrar, otros aún no sanan heridas con el partido amarillo y eso obviamente no permite avanzar. Morena en sus cimientos no es diferente a ese PRD que comenzó décadas atrás, solo que al primero nos falta un camino largo para recorrer y demostrar la casta que se deberá tener para combatir la corrupción al interior del mismo.

Pero como les decía al principio, ese ruido generado tratando de desentramar los porqués de la apatía de ciertos sectores de la población, aquellos en los que más impacto tienen las reformas y los que desafortunadamente se perciben como somnolientos, ensimismados en apatía, critica subjetiva y poca movilidad. Cooperan con comentarios y juicios pero pocas veces colaboran en la construcción de un cambio, uno real, desde adentro, incluso desde el interior de un partido, no es quimera, creo fervientemente de que se puede hacer, porque el valor de querer cambiar las cosas para mejorarlas debe estar en uno mismo, en la forma en que puedes colaborar a lograr movilizarte, en la práctica, en el contexto de la lucha buscando esa congruencia, calidez y estabilidad  entre el revolucionario y el reformista, el punto medio, el contextual, el necesario.


Es tan sencillo como dejar atrás rasgos egocéntricos, como dejar de ser egoístas y pensar en el bien común antes que en el propio. Es tan simple como ser congruente siendo un docente de la CNTE sin pragmatismos ortodoxos o radicalismos efímeros, y proceder como promotores de cambio, analistas y críticos objetivos de los sistemas pero debidamente involucrados en ser parte colaborativa en el estrecho camino hacia la democracia justa. Entiéndase, no es que sea responsabilidad de los maestros, pero en estos tiempos de aires absolutamente necesarios de cambio, considero que tenemos un compromiso y un deber con nuestros educandos y su entorno, es decir, familia y sociedad en general. Quizás estas líneas formadas hoy, son un llamado a la movilización de conciencias, a dejar atrás dramas políticos y buscar construir plataformas de cambio, es decir, dejar zonas de confort y avanzar para que la magia suceda. ¿Podemos empezar por nuestro municipio? ¿Por qué no? El título de mágico ya lo lleva puesto, lo demás está en nuestras manos. Vamos a buscar juntos ese equilibrio congruente entre el reformista y el revolucionario.

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