El pasado 30 de Noviembre en
el marco de la 2da. Semana Regional PYME 2011, tuve la fortuna de asistir a una
conferencia que de una u otra manera me despertó y me motivó a dar lo mejor de mí…
Era miércoles, mitad de una
semana súper ocupada, preparando el evento que mi escuela estaba organizando,
no cabe duda que las mujeres (sin ser feminista) hacemos maravillas; pues mi
esposo me dijo un día antes si quería acompañarlo a Morelia ya que vendría una
persona a dar una conferencia sobre la que ya me había comentado, la verdad me
sentí muy llena de trabajo más sin embargo apuré por la mañana todo lo que
tenía que dejar listo para la escuela, llegué a casa a cambiar a mis hijos y
alistarlos para salir a medio día, llegamos con muy buen tiempo al evento. Cabe
mencionar que mi esposo llevaba a un grupo de estudiantes que se animó a
escuchar al expositor, como era antes de la hora citada, estuvimos observando
la muestra artesanal en la explanada del centro de convenciones, muestra de la
gran diversidad cultural y gastronómica que existe en nuestro estado, no me
quede con las ganas de comprar un buen guanengo y esferas muy bonitas de
Tlalpujaua. Posteriormente entramos al teatro Morelos una hora antes de la conferencia
y justo estaba por empezar la exposición del Srio. de la SEMARNAT, el Lic. Juan
Elvira Quesada con el tema “Ecología y Medio Ambiente” que no fue más que un
presumir de los “grandes logros” del sexenio del FECAL en materia ecológica,
simpático pues su comparación en cuanto a números exitosos era en base al
contraste del sexenio anterior, simpático, insisto, cuando el sexenio anterior
fue panista también… En fin, a la hora de preguntas, solo dos personas se
atrevieron a cuestionarlo, de los muchos que preguntaron o incluso felicitaron
su trabajo, una de esas personas fue su servidora, yo le comenté que los
grandes cambios empiezan siempre en lo particular y le pedía me dijera que
programas maneja el gobierno federal respecto al uso de energías renovables
desde casa, la intención que podamos tener muchos de tener un hogar más
ecológico se ve sumamente reducido cuando vemos los costos elevados en cuanto a
instrumentación para mejoras en nuestras casas, con mucha mayor razón el
gobierno no hace uso de estas tecnologías ecológicas puesto que miles de
empresas perderían grandes ganancias, me dio la razón y literalmente me dijo
que sí había empresas con las cuales trabajaban y manejaban un presupuesto
accesible, que en un momento más me daría la información con los teléfonos y
página de internet, hasta el día de hoy sigo esperando dicha información.
Lo bueno es que no era a ese
personaje al que fuimos a escuchar sino al C.P. Carlos Kasuga Osaka, quien
daría su conferencia magistral “Calidad y productividad al estilo japonés
aplicado a las PYMES”, para los que no
lo ubiquen es el Presidente del Consejo Directivo de Yakult (Presidente, no gerente o dueño pues resulta
que la empresa que él creó es cooperativa y pertenece a todos sus trabajadores),
y la forma en que comenzó dicha conferencia fue haciendo hincapié en el valor
de la puntualidad para los japoneses, haciendo franca alusión a los quince
minutos que le robó el de la SEMARNAT, la importancia de la relevancia en la
coordinación de nuestra labor, cualquiera que ésta sea, en cuanto al tiempo
establecido para llevarla a cabo así como el aprovechamiento real de la misma,
que razón tiene ¿no? El mencionaba que un empleado de cualquier empresa que
trata de estar a tiempo después de haber tomado mínimo dos micros para llegar a
su trabajo, presenta un sentimiento de impotencia al ver que el jefe o dueño
llega hasta con media o una hora de retraso, viviendo en ocasiones más cerca de
la empresa y teniendo auto de último modelo, o como es tan triste ver que los alumnos
en las escuelas llegan a tiempo después de que los papás hicieron maroma y
teatro para estar a la hora indicada y ver como algunos maestros llegan tarde
porque vienen de “fuera”. Nos cuestiono de inició ¿Qué educación formativa
damos? ¿Qué valores proyectamos y generamos como docentes?
Créanme, desde ese día, no
falta curso al que asisto o reunión en mi escuela que tenga, incluso comidas
con algunas amistades, en las que no haga eco de lo mucho que aprendí ese día,
lástima que no produzca el mismo en algunos de los que me han escuchado, a
veces siento que los enfado, pero ojalá no ocurra lo mismo con ustedes queridos
lectores. Porque escuchar a esta persona vale muchísimo la pena, habla desde el
corazón, de un corazón mexicano aunque sea descendiente de japoneses. Nos habló
de tantas cosas en dos horas que el tiempo no se sintió, con todo y que mi hijo
menor me tuvo recorriendo los pasillos un buen rato, pero de lo más
significativo y que mi memoria me permitió almacenar esta una anécdota de
cuando un primer ministro de Japón asistió a Los Pinos a una reunión con el
entonces presidente Carlos Salinas, como decía al principio, la puntualidad es
uno de los más valores más grandes de los japoneses, así que ese día iban con
un buen tiempo, solo que a la par de ellos había un grupo de manifestantes,
maestros, que también querían llegar a Los Pinos, lo cual los retraso grandes
quince minutos.
Cuando por fin estuvieron reunidos, comenta el señor Carlos a
quien le había tocado ser interprete, Salinas le comentó al primer ministro que
no se preocupara por el retraso que él lo comprendía debido a la manifestación
afuera, entonces el ministro le preguntó a qué se debía tal manifestación,
Salinas contestó que eran los maestros quienes pedía aumento salarial pues no se
conformaban con el sueldo de aquél entonces, la respuesta del japonés fue: ¡No
puede ser que los maestros se manifiesten por mejorar su sueldo, en mi país,
son los profesionistas mejor pagados, pues en ellos reside la educación de
nuestro país!. ¿Qué tal? Pero yo creo que Salinas, al igual que su ahijado no
leían mucho acerca de ello porque lo único que hizo por la educación fue
imponer a una lideresa que hasta la fecha sigue ahí, y que yo al igual AMLO
tocó madera de que llegue el ahijado a la presidencia pues tendríamos a una
secretaría de educación pública igual de inculta que el gobernante. Lo siento,
me aflora lo política, pero continuando con la conferencia, siguió hablando de
nuestro país y la gran responsabilidad que tenemos para con él, la educación
formativa que tenemos que hacer desde casa, escuela y comunidad. La importancia
de la igualdad de oportunidades, la base de la formación en valores y otras
cosas más. Hasta este punto, de verdad me gustaría plasmar esas dos horas de
charla, sin tomar una sola gota de agua de la botella que le acercaron, esa
charla llena de pasión por el trabajo, llena de amor por México.
Pero por
respeto al espacio que me ceden en este periódico, cerrare con la anécdota con
la que él finalizó, y que yo como siempre media sensible no pude evitar que las
lágrimas rodaran: “Había un bosque, hermoso, llenó de arboles, flores, animales
de todos los tipos, era maravilloso vivir ahí, lleno de alimentos, agua,
vida…Un mal día el bosque se incendió, todos los animales que ahí vivían
salieron despavoridos ante tal tragedia, huían lo más rápido que podían, sin
embargo un pequeño gorrión se apresuro al río, mojó sus pequeñas alitas y
regresó al bosque, movía sus alas y unas pocas gotas caían sobre ese fuego
abrasador, volvía al río, mojaba sus alitas y regresaba al bosque a dejar caer
unas gotas, así una y otra vez, de repente un gran elefante se detiene y le
grita: ¡Gorrionsito no seas tonto, huye que no vez que el bosque se quema nada
puedes hacer por evitarlo, vas a morir! Y el pequeño gorrión con la firmeza en
lo que estaba haciendo contesta: ¡Este bosque ha sido mi hogar todos estos
años, me ha alimentado, me ha cobijado y así sea que muera hoy lo haré
intentando regresarle algo de lo mucho que me ha dado!, así pues Dios al
escuchar la humilde tarea del gorrión se conmueve y deja caer una lluvia
torrencial y el bosque se salva…” Al finalizar la historia, el señor Carlos,
con la mayor humildad que he visto en un expositor de su categoría, volteó a
cada uno de los lados del teatro y con la bandera mexicana como fondo, nos
dijo: “Por eso yo hoy les pido, por favor, amen a este gran país, amén su
trabajo, amen a los que los rodean, amen a México! ¡Gracias! Y dicho esto dejó
el teatro, antes de su salida, me acerque a él y le dije lo mucho que me había
motivado su charla, que me llevaba de tarea como principio escribir sobre ello
en este espacio, como permanente ser parte de miles de personas que amamos
nuestra labor, por que el país, nuestro país necesita eso, personas que amen lo
que hacen. Saludos
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