Carolina
Alvarez Elizarraras
Hay gente que adora la plata y se mete en la política,
si adora tanto la plata que se meta al comercio, en la
industria,
que haga lo que quiera, no es pecado,
pero la política es para servir a la gente.
José Mujica
Presidente de Uruguay
Resulta
bastante interesante el plan reformatorio que viene implementando el gobierno federal,
claro está desde el punto de vista crítico, para una sociedad sumergida en la
apatía esto no implica mayor relevancia. Sin embargo el alcance de las mismas comienza
a impactar en toda la población. Vamos por partes, por ejemplo, el seguro de
desempleo fue una de las promesas de campaña de EPN, ahora como presidente está
siendo impulsada para hacerla ley, el problema es que no hay techo financiero
para solventarla. Por lo tanto, ya está una propuesta en el aire que sugiere
que dicho seguro se financie con el dinero de todos aquellos trabajadores que
cotizaron para el Infonavit y que lo han dejado de hacer. Lo cual significaría
un nuevo atraco a los trabajadores, pues ese dinero tiene dueño, aunque este
congelado por no estar cotizando, es inaudito el querer hacer uso de algo que
no les pertenece, no pueden cubrir una ley con la que se comprometieron
utilizando un fondo monetario que pertenece a alguien. Entonces la pregunta
obligada sería ¿A dónde se van a ir todos los ingresos por los nuevos impuestos
que ya han aprobado?[1]
Es
increíble, si es que se pudiera afirmar esto en un país donde lo increíble
sucede a diario, donde la desfachatez, perfidia y perversidad acontecen día a
día, tienen nombre y apellido, para ser más claridosa ocupan la silla
presidencial. Esto que están haciendo es solo la muestra del nivel de abuso de
poder que desde Los Pinos se viene gestando, ¿Cuántos trabajadores no habrá que
han cotizado para el Infonavit y ahora no lo están haciendo? ¡Miles! Que saben
que sus ahorros están ahí y que el día que reingresen en nómina recuperaran lo
ahí ahorrado, pero les saldrán con la novedad de que los bancos fueron los encargados
de trabajar su dinero, sin su autorización y con el gobierno lavándose las
manos si es que resultase todo un fiasco como la misma historia nos ha señalado.
Yo
espero que a estas alturas de la lectura entiendan que sin afanes partidistas,
las reformas que el PRI impulsa no son las adecuadas simple y sencillamente
porque están completamente descontextualizadas. Les invito a reflexionar, a
entender, a ponerse en los zapatos del otro, a dejar de lado esta miserable
apatía que tiene sumido al país es una bipolaridad psicosocial. Si ya sé,
quizás sigo rayando en el idealismo, quizás siempre que escribo lo hago desde mi
perspectiva tan de izquierda pero, sin afán de justificarme, creo firmemente en
que si nos decidiéramos a movernos y sacudirnos esos estigmas y dogmas tan
arraigados, tendríamos una perspectiva mucho más abierta. No lo sé todo, no
tengo todas las respuestas, eso es evidente, pero si tengo muchas ganas de
poner mi granito de arena al cambio, por eso la pasión por leer, por preguntar
y por no silenciar la voz, las ideas, las palabras ante tanta injusticia.
En
estos días tuve la suerte de escuchar a dos conferencistas en dos ambientes
completamente diferentes, incluso antagónicos, ambos sin lugar a dudas
coinciden en un solo hecho: la educación como promotor del cambio. Pero
entiéndase como educación aquella primera escuela que todos sin excepción
tenemos: la familia. La primera fue en el marco de nuestro curso político
sindical, la discusión giró en torno a la Reforma Educativa y la charla del día
viernes estuvo a cargo del Prof. Rafael Mendoza Castillo, catedrático de la
Facultad de Filosofía de la UMSNH, con post grado en la UNAM; entre tantos
aciertos que nos compartió destacó que sin lugar a dudas la reforma es un modus
operandi para desarticular y pegarle directamente a la CNTE, pues es el
instrumento sindical que no marcha a la par de la institucionalidad y créase o
no es la única que presenta propuestas pedagógicas contextualizadas y ad hoc
con lo que el país realmente es. Por tal motivo es foco de atención de los
gobiernos neoliberales como un aparato sindical en el que no tienen injerencia
y obviamente les obstaculiza su objetivo. Es un hecho irrefutable que el estado
inventó el sindicalismo corporativo para poner líderes sindicales a su modo, si
no funciona, simplemente los desaparecen tal cual lo hicieron con el SME.
A
quién realmente le interesa lo que la reforma trae consigo, pues la lee y la
analiza, no se dedica solo a denostar con el gran cliché de que los maestros le
tememos por no querer una evaluación ¡que silogismo tan pobre! Les aseguró que
muchos ni siquiera han leído los cambios que trae y lo mucho que afectara a la
educación pública y privada del país. Enseñan a competir y no a ser
competentes, pero nuestro egoísmo no nos permite ver y nos aferramos a
idiosincrasias tan incrustadas por el poder mediático. No captamos que el bien
colectivo debe estar por encima del bienestar personal, ¿si venden el petróleo a mí en que me afecta?
En nada, sólo que si eres empleado ¿de dónde crees que viene tu pago? Y un
salario mal pagado, una vida psicosocial inestable llena de preocupaciones por
tener un sustento digno se refleja en la dinámica familiar, y justo en esta
parte es donde impacta en el desarrollo integral del ser humano, su derecho a
la educación desde casa, su derecho a vivir en un país que tiene todo para ser
justo y que sin embargo ni el tiempo ni el espacio se distribuye con justicia
en México...
Por
otro lado, la segunda conferencia a la que asistí fue en el marco del más
institucional de los programas (recuerden que para criticar con sustento hay
que conocer las cosas), el Congreso del Programa de Escuelas de Calidad:
“Encuentro de Experiencias Educativas. La educación como derecho fundamental de
la sociedad” el panelista fue el Prof. Humberto Isaac Fuentes Martínez. El cual
es catedrático del Tec de Monterrey y su currículo abarca casi en su totalidad
el desempeño en instituciones particulares, así como empresas del sector
privado. Nuevamente encontré tantas similitudes en cuanto a la educación y el
factor primordial respecto a los planes y programas, lo reconoce, la SEP no
contextualiza, no repara en crear seres pensantes sino en operantes, promueve
la utilización de recursos pero los invierte de manera inadecuada, por tal
motivo nuestros parámetros siguen siendo bajos. ¿Se puede cambiar? Le
preguntaron, “sí se puede, pero tenemos que empezar por nosotros mismos, por
ser más autodidactas y entender que nuestros niños tienen el derecho
fundamental de vivir en un ambiente armónico y estable, pero el país no lo está
facilitando, sigue sumergido en una zona de apatía social desintegradora” Hacía
hincapié en que desde casa nos faltan herramientas y disposición para enseñar a
entender la realidad para transformarla, es educar en competencias para ser
competentes, no competir, y tener la posibilidad de ser entes transformadores.
Sí, el profesor es la mayor institución que debe avalar el derecho a la
educación, si no se planta como tal, puede estar quitando un derecho.
Sin
intención consciente de querer politizar la charla pero la necesidad
inconsciente de expresar un punto a mi parecer importante le comente que
concordaba con su apreciación, sin embargo a mi parecer dejaba fuera el aparato
educador más poderoso y con más trascendencia que las propias escuelas: la
televisión, lo simpático, frustrante e incluso desesperante que resulta
observar el alcance que tiene este medio y cómo impacta en las familias, porque
es completamente medible la popularidad de ciertos programas carentes de
valores y enseñanzas muy por encima de una lectura o un programa cultural por
ejemplo. Me dio la razón agregando que efectivamente se ve la televisión, no se
observa con pensamiento crítico, por eso el nivel tan bajo de conocimiento y
desenvolvimiento sociocultural en un grueso de la población. Incluso nos hizo
una comparación con una alumna sobresaliente de comunidad indígena en la zona tarahumara,
donde el acceso a la televisión es casi nulo. No es estar en contra de la
televisión en sí, sino en el uso y elitismo que hacemos con los programas que
vemos.
Ambos
coinciden en la educación como vía para el cambio, ambos desde dos posturas y
experiencias diferentes, pero paralelas al fin y al cabo, en la educación la
política está presente, lo que cambia es la forma y percepción que hacemos de
ella, decir que es corrupta, farsante, atracadora, nefasta, etc., es llenarla
de adjetivos que rayan en la indolencia. Decía Paulo Freire: “La educación es
política, a favor de que y de quién”. Muchos luchadores hacen su trabajo día a
día, sólo que no los vemos o los minimizamos, muchos comienzan en la familia y
hay otros cuántos que buscan extenderlo a la sociedad, pero esa maldita
injusticia les sale al camino, desmotiva, denigra pero evidentemente no
fulmina. Porque han dedicado una vida en favor de los que no tienen, de los
desprotegidos y al final, estoy segura, la justicia los alcanzará en el camino.
Epigrama:
El espacio se acaba, las palabras e ideas sin embargo siguen fluyendo… será
hasta la próxima quincena cuando hablemos del censo a los maestros y la red de
prostitución que encabezaba el líder priista en el DF.
[1] Para un análisis más profundo búsquese la sección
“Dinero” de Enrique Galván Ochoa para MVS del día jueves 27 de Marzo del 2014.
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