Carolina
Alvarez Elizarraras
Tumbaron el árbol, cortaron las ramas,
arrancaron la flor, pero nunca matarán
la raíz de la
esperanza…
Y
de nuevo reseño a Freud con esto de las causalidades, leyendo entre líneas
entendemos que todo tiene una razón de ser... Muchas veces me han preguntado el
por qué entregarse a causas que parecieran perdidas, o por qué gastar mi tiempo
en andar recopilando firmas si la Reforma Energética ya se consumó. Nunca busco
una respuesta a un por qué, para mí son mejor los para qué, ya que esto te
lleva a buscar el equilibrio mental entre la razón y la emoción, la asertividad
emocional que tanta falta nos hace en los tiempos que corren. Muchos políticos
y apolíticos justifican su toma de decisiones ubicando a la razón como
prioridad para ejecutarlas, ¡que poco tino de su parte! No puedes saltar de un
polo a otro, la mayor estabilidad que se puede tener es precisamente del
equilibrio entre el pensar y sentir, reflejarlo en la manera de actuar prudente
y correctamente. Veámoslo así, mis muy estimados lectores, un diputado que
legisla una ley, como la de la tauromaquia por poner un ejemplo, sin detenerse
a pensar en la parte sensible de un alto porcentaje de la población, actúa exactamente
sin remordimiento alguno tal cual cada vez que cobra su salario del dinero que el pueblo paga vía impuestos.
O
que me dicen de la parafernalia del PRI y su propuesta de consulta popular,
ahora resulta que después de años pretenden sacar a plebiscito la solicitud de
reducir el número de legisladores plurinominales. No cabe duda que el teatro y
la histeria se les da de maravilla, desafortunadamente la población sigue
siendo tan egoísta que cree preferir le “bajen el sueldo” y “recorten”
diputados a que la gasolina siga subiendo, a que la luz y gas no bajen costos,
a que (aun con la enjundia patriótica por el mes que corre) se haya reformado
nuestra constitución para permitir la intromisión de los extranjeros en la explotación
de nuestros recursos naturales. Así de impactante es el poder mediático que
respalda al gobierno federal, si lo dice TELEVISA es digerido como cierto,
¿cómo no va a serlo si sale en todos sus noticieros? ¿Cómo pensar mal de la
reforma, si en los comerciales que continuamente salen en la tele, hablan de
las bondades de la misma?
Y
volvemos a la poca asertividad emocional de nuestros gobernantes en turno, no
es casualidad que actualmente sea un perredista quien presida la cámara de
diputados, ni que sea el mismo que se perfila como candidato del partido amarillo
para la gubernatura, mucho menos es que su línea partidista se posicionó en la
última elección de consejeros. No es casualidad que nos tilden a los Morenos de
querer dividir la izquierda, pero es causalidad ver la división que desde su
médula tiene el PRD, cero asertivos emocionales, miren que con saña votaron a
consigna en unas reformas y en otras quieren reflejarse como luchadores
sociales, hace ya mucho que el partido se contamino de todo menos de luchadores
sociales, obsérvese que me refiero a las elites nacionales, si nos vamos a lo
micro tendríamos que realizar un enorme esfuerzo de objetividad y análisis y
aun así, créanme que por experiencia lo digo, no les daríamos gusto, y
quedaríamos muy mal parados tratando de indicar quien es de verdadera izquierda, así como
quien tiene ese equilibrio entre la razón y la emoción que permite construir en
vez de denostar.
Por
eso mejor nos movemos de nuevo hacia la asertividad, creo firmemente que
existen muchos líderes que caminan de la mano con ella. Un líder inspira y
motiva, un líder es congruente entre lo que dice, siente y realiza, un jefe es
cuadrado, lineal, metódico y poco asertivo, un jefe ejecuta y un líder pregunta,
un líder guía bajo la premisa del acompañamiento, un jefe es absolutista y se
dedica a dar órdenes, un líder comparte logros y tropiezos, lucha codo a codo
para lograr objetivos, organiza y planea colectiva y colaborativamente las
actividades a realizar, un jefe por el contrario solo encuentra culpables ante
cualquier imprevisto, un jefe no permite observaciones mucho menos trabaja
colaborativamente, un jefe llena su ego ante los aciertos pero no comparte las
victorias. En la política existen nombres que bien podrían ser sinónimos de
jefes o líderes, analice el contexto y saque sus conclusiones, lo que sí le
puedo asegurar, mi apreciado lector es que un verdadero líder desarma hasta la
voluntad más reacia con una simple sonrisa.
“Emilio Azcárraga,
para decirlo pronto, mandó a (Carlos) Loret para desayunar con Claudia
(Sheinbaum) para enviarle un mensaje a López Obrador.
-
En todas las
encuestas que Televisa ha hecho en estos días, Andrés Manuel sale arriba con
varios puntos. El domingo, ustedes van a ganar tranquilamente.
Por supuesto, después
de recibir ese mensaje el miércoles a media mañana, Andrés Manuel aceptó la
invitación a comer con Emilio el sábado, en casa de Bernardo. Todo iba muy
bien, como ya se dijo, aquel 1ro de Julio por la tarde…
Hasta que, después
del postre, Emilio sacó el escrito de marras y, con el rostro adecuadamente
compungido, confesó, mirando a los ojos al invitado de honor:
-
Estamos muy
preocupados, Andrés Manuel.
Luego dijo, antes de
entregarle el “decreto”.
-
Qué es esto...
Políticos y
periodistas, al recibir un documento, lo primero que hacen es mirar los
párrafos finales. Los reporteros saben que ahí está la nota, los políticos
buscan ahí que pide la persona que se acerca a pedir ayuda o porque los acaban
de demandar. Andrés Manuel debió tomar el escrito, leer de reojo el encabezado,
pasar las cuatro páginas y detener la vista en la enorme palabra DECRETO,
situada en la parte central de la tercera y no pudo aguantar la risa.
-
¡Yo no sabía que
Televisa tiene tantas empresas!- dijo, y desarmó a Emilio sonriendo”[1]
No
es casualidad que escriba de nuevo sobre AMLO, sobre todo después del regocijo
y honor de haberle recibido en nuestro municipio el pasado 30 de agosto, fue
causalidad no haber escrito la quincena pasada, y es reacción literaria esbozar
ecos de esa visita con el libro que me acompaña estos días en mi lectura. Es
reacción anímica el júbilo por haber superado expectativas pese a ciertos
obstáculos cuando se tiene que organizar un evento como este, ya sé que quizás
muchos contra-Morenos se han explayado en zaherir la asamblea, sin embargo para
nosotros es señal inequívoca de cambios en el ambiente, de movimientos a fuerza
de argumentos y para todos y cada uno de los presentes ese día AMLO no solo nos
desarmó con su sonrisa, lo hizo como todo buen líder, con evidencias
congruentes y asertivas.
Así
que por aquí seguimos y seguiremos, buscando un sin fin de para qué, trazando camino lleno de
esperanza y ardua labor para mover conciencias, cargada de un idealismo desde
cuna, rodeada de retos en cada recoveco y al mismo tiempo de inspiración pero
con la firme intención de seguir andando.
¿Los ideales? Esos son a pruebas de balas…”V”
Y
en mi pequeña pero significativa sección de saludos, primero va un gran
agradecimiento para los grupos que nos apoyaron en el marco cultural de la
visita de AMLO, a Colibrí de Lado Izquierdo (¡Gracias Gabriel!), al Ballet
Folclórico Huehuecoyotl de la Casa de la Cultura y a la Banda de la Escuela
Integral de La Salada, quienes engalanaron con su presencia nuestro evento.
Saludos
a los cumpleañeros de mi familia, mi
hermoso hijo Armando, mi hermano Arturo y mis cuñados Yerania y Carlos, un
abrazo a todos. Y al gran equipo de MORENA Tacámbaro, enhorabuena, ¡seguimos
adelante!
[1] La comida fue en casa
de Bernardo Gómez, eminencia gris de Televisa. El decreto lo llevó Emilio Azcárraga
Jean, principal accionista de la mayor televisora de habla hispana del mundo, y
se lo entregó a Andrés Manuel. El documento fechado el 2 de diciembre del 2006,
decretaba la expropiación de todas las empresas del oligopolio y estaba firmado
por el “presidente López Obrador”… Jaime
Avilés, “AMLO: vida privada de un hombre público” Edit. GRIJALBO, Abril 2012
págs. 15-16